Sunday, June 26, 2005

Azul celeste

La calle era angosta y llena de colores, había niños jugando por doquier, los vendedores acomodaban sus mercancías, todos hablaban y yo no entendía nada, es algo muy extraño pero me parece haber estado aquí siempre, el olor me resulta conocido, parece que el tiempo se detiene y da marcha atrás, regreso a casa de la abuela, al hogar. Tengo que seguir caminando, derecha o izquierda, derecha o izquierda? Mejor continuo de frente hacia esa fuente que parece un oasis, las mujeres llenan sus cántaros y aprovechan para mojar sus pies, vienen descalzas y fatigadas, el calor es insoportable y yo sin agua pero la única tienda en este pueblo está cerrada porque los dueños han ido a la ciudad a comprar el traje de su única hija, eso me han dicho en el albergue, me resulta difícil de creer que nadie mas venda agua embotellada pero aquí todos beben de la fuente, parece que tendré que hacer lo mismo, cerraré los ojos para no ver lo verde que es. Son mujeres hermosas las de estos lares con grandes ojos negros y piel de cobre, nacer mujer aquí debe implicar mucho sufrimiento y una gran fortaleza también, me gustaría comprar un collar como el que usan, parecen hechos de flores y todos son diferentes, voy a ir al mercado mas tarde y aprovecho para comer por ahí ahora debo apurarme para alcanzar el autobús. Mas que autobús parece una gran caja de lata con ruedas afortunadamente el viaje sólo dura media hora, me va a tocar irme parada, van todos los asientos ocupados por lo que parece ser el equipo de fútbol local y deben ir a algún partido importante porque el que parece ser el entrenador va muy peinado y trae puesta ropa que parece nueva, uno de los chicos me cede el lugar!! no lo puedo creer.Algo se está quemando y la peste es muy fuerte, el conductor no dice nada hasta que el humo comienza a salir del cofre, todos nos asustamos y bajamos del cacharro ese lo más pronto posible, mientras lo reparaban busqué una sombra, el sol quemaba y sólo yo parecía darme cuenta de eso; un hombre de sombrero blanco se acerca al compartimiento de las maletas mientras los demás parecían haber quedado petrificados, el chofer seguía con medio cuerpo dentro del motor y de pronto apareció el hombre del sombrero, sacó un televisor, lo acomodó sobre una tabla y procedió a desenrollar una gran cantidad de cables, agarro una punta y se trepo a un poste de luz de donde lo colgó, todos los pasajeros comenzaron a acomodarse frente a la pantalla que al encender nos dejó ver un grupo de hombres que se vestían con túnicas blancas, se preparaban para entrar a la Meca, era el National Geographic Channel, resultó una escena surrealista, pero lo más divertido fue que la sesión con TV era parte del servicio, al parecer n había viaje en que no sucediera un percance, un rato más tarde comenzó la vendimia de comida y coca colas, armamos un pic nic fabuloso, la gente se animó y todos comentaban sobre lo que pasaba en el programa, nadie se preocupaba por reanudar el viaje. Tres horas después subimos al transporte y fuimos llegando a media tarde cansados y polvosos, corrí a la oficina de teléfonos pero habían cerrado ya, tuve que dormir en un pequeño cuarto que renté, a la mañana siguiente encontré un grupo de argentinos que identifiqué al oír hablar español, tenía casi dos meses hablando mi pobre árabe, a veces inglés y casi siempre a señas, resultó ser un grupo de fotógrafos independientes que viajaban por todo el mundo, me sorprendió que fueran tan jóvenes y me encantó que nuestros itinerarios de los siguientes tres días coincidían, fueron una excelente compañía. Abril 28, 1980. Gloria 2004.

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